A Tevez le sobran motivos en Independiente para el estresazo
La relación entre el Apache y el club tuvo varios hechos que generaron más de un disgusto. Desde lo económico a lo deportivo y lo institucional.
Sin meterse en cuestiones meramente médicas, que quedan para los profesionales responsables, el susto que se llevó Carlos Tevez con la indisposición que le costó una internación bien puede tener causas en el estrés tremendo que le causa el desafío de dirigir a Independiente, con todo lo que eso significa: turbulencias políticas, un club endeudado que pasa por permanentes inhibiciones, un plantel que se arma con lo que se puede y no con lo que se quiere y los consiguientes resultados. Que bien mirados, más allá de las quejas, no son tan malos como parecen teniendo en cuenta el punto de partida. Claro, cuando pasan cosas como la que le sucedieron ante Tallres, quedándose fuera de la definición de la Copa de la Liga, todo lo demás queda en segundo plano.
La llegada de Tevez no fue fácil desde el vamos. Independiente se había quedado sin entrenador tras la salida de Ricardo Zielinski, y no aparecían demasiados candidatos que gustaran y a la vez tuvieran intenciones de hacerse cargo de un fierro caliente que significaba salvar al Rojo de la lucha por el descenso.
Cuando su llegada estaba muy cerca de confirmarse, un grupo de hinchas se hizo presente en la sede del club para manifestarse en contra de su arribo como entrenador. Sin embargo, la comisión directiva confirmó su elección por sobre Walter Erviti, quien era la otra alternativa.
Aaunque asumió con el campeonato empezado y pocos días para que cierre el libro de pases, los resultados llegaron rapidamente. Si bien no fue fácil identificar una idea de juego consolidada o un estilo definido, sumó puntos importantes que le permitieron alejarse de la zona del descenso. Sin embargo, cuando llegó a la última fecha la Copa de la Liga del año pasado, se quedó afuera de la zona de clasificación al perder en Córdoba ante Talleres, cuando hasta un empate le hubiese alcanzado para entrar.
En el receso, ya con la posibilidad de armar su equipo y ser él quien eligiera los refuerzos, tuvo que lidiar con la debilitada económia del club. Si bien llegaron algunos jugadores de importancia como Gabriel Ávalos o el uruguayo Gabriel Neves, en la mayoría de los casos se incorporaron segundas, terceras y hasta cuartas opciones de sus pedidos.
El caso mas significante fue el del defensor central. Si bien su prioridad fueron nombres como los de Carlos Izquierdoz o Alan Franco, terminó llegando Juan Manuel Fedorco, sobre quien Tevez había dejado en claro que no era un jugador pedido por él.
Pero el mercado de pases no fue el único inconveniente. Los dirigentes estuvieron varios días negociando por una pretemporada en EEUU, con todos los trámites que eso implica, y finalmente se terminó cayendo horas antes de viajar por irregularidades organizativas, cuando parecía estar prácticamente confirmada.
Arrancó el segundo torneo, y si bien su equipo no terminaba de ser regular, siempre se mantuvo cerca de la zona de clasificación. El partido mas polémico de su ciclo se dio en la cancha de Huracán, con el empate ante Barracas Central. Cuando fue a la conferencia de prensa, disparó fuertemente contra Pablo Dóvalo, de pésimo arbitraje esa noche, y contra la dirigencia del fútbol argentino. Al día siguiente empezó el fuego cruzado en redes sociales con Pablo Toviggino, mano derecha del presidente Claudio Tapia, y horas después el porpio Dóvalo le envió una carta documento por sus dichos.
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Otro momento de tensión durante el semestre se dió en la previa de La Noche del Rey. Tras la victoria por Copa Argentina ante Laferrere del día anterior, el DT declaró que no asistiría al evento porque quería descansar ese fin de semana, algo que sorprendió a los dirigentes. La verdad de su ausencia fue que, además de que venía sintiendose cuestionado, le generó mucha bronca la aparición pública de Ariel Holan reconociendo que le gustaría tener un nuevo paso como técnico de Independiente.
La eliminación frente a Talleres como local luego de estar dos goles arriba y con un jugador más fue un golpe duro para Independiente y para Carlitos. Luego de algunas dudas sobre su continuidad, se decidió que siga. Llegó el susto sobre su salud pero Tevez parece mantenerse comprometido. Carlitos y el Rojo se embarcan en una nueva temporada, que ambos esperan que sea mejor.
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